Las Cascadas del Fin del Mundo y el Trampolín de la Muerte eran un destino de esos que saben quitarnos el sueño, un destino fuera de lo común y con rutas soñadas para cualquier motociclista de aventura, el paso por el Puracé y nada mas y nada menos que el mítico trampolín de la muerte nos motivaron a hacer este viaje.
Empezó como un viaje de tres amigos y resultamos viajando diez motos, saliendo unos a primera hora y otros incluyéndonos, a las diez de la mañana de un viernes ya que por temas laborales no podíamos partir mas temprano que hubiese sido lo ideal.
El primer día teníamos planeado llegar hasta Mocoa la capital del Departamento del Putumayo, lo cual logramos con casi doce horas de viaje con aproximadamente tres horas de off road por el páramo de Puracé, donde la ruta fue Pereira – Popayan – Coconuco – Puracé – San Jose de Isnos – Mocoa, 620 kms de excelentes paisajes.
Esta via no es apta para motos deportivas ya que por el Puracé abundan rocas de gran tamaño que pueden hacerlos pasar dolores de cabeza con un cárter, así que si elijen esta vía háganlo con bastante cuidado.
Teníamos hospedaje justo en la entrada de las Cascadas del Fin del Mundo, a 6 kms de Mocoa en la vía a Puerto Asís, un hospedaje rustico, con zona de camping, cero comodidades, pero justo lo que necesitábamos, donde justo se estaba hospedando nuestro amigo Luis Herrera mas conocido como Motoviajero de Colombia ya que estaba desarrollandose un encuentro de moto posadas, así que pudimos compartir experiencias de viaje y hacer nuevos amigos; esa noche llovió como jamas habíamos visto y la lluvia continuo hasta las 11 de la mañana aproximadamente, cuando decidimos no esperar mas e iniciar nuestra caminata hasta las Cascadas del Fin del Mundo, uno de os atractivos que veníamos a visitar.
Se recomienda ir con zapatos cómodos y llevar hidratacion ya que es una caminata bastante larga, donde hay que subir una montaña, para después adentrarnos en un cañón por donde corre la quebrada que da vida a estas cascadas; la entrada al parque tiene un costo de $2.500 pesos, un poco menos de un dolar.
Los atractivos principales son la Cascada del fin del Mundo y el Ojo de Dios el cual por cuestión de tiempo no alcanzamos a visitar; llegamos de nuevo al hotel justo al caer la tarde, nos arreglamos y fuimos a Mocoa a buscar algo de comer para descansar bien ya que al otro día nos esperaba el famoso Trampolín de la Muerte, la ruta que une la ciudad de Mocoa con el Municipio de Sibundoy en Nariño, cerca a la Laguna de la Cocha, una ruta off road serpenteante y empinada que es obligatoria para cualquier motero de aventura.
Empezamos a transitar la ruta off road con ese nerviosismo propio de cuando te aventuras a lo desconocido y has leído bastante de los accidentes y sinnúmero de vidas que ha cobrado esta vía, la cual no deja de ser inquietante, pero que en la actualidad no le hace honor a su nombre, ya que es una ruta de cuidado mas no es una ruta mortal o de dificil transitar, ya que el peligro en si radica es en el trafico de la misma y las camionetas de servicio publico que andan como alma que lleva el diablo.
En esta ruta es necesario tomarse el tiempo suficiente para apreciar los imponentes paisajes que nos ofrece esta zona del país, así que les recomiendo hacerla con calma y detenimiento, sin afán alguno para apreciarla y disfrutarla de verdad, teniendo especial cuidado en el paso de algunos arroyos que pueden tener rocas de gran tamaño que pueden jugarnos una mala pasada.
Justo cuando dejamos la zona serpenteante y desde donde se veía al fondo el valle de Sibundoy, decidimos parar a descansar y a tomar fotos y como no puede faltar, un pinchazo nos obligo a demorarnos un poco mientras cambiamos una llanta la cual era de cámara (neumático) y demanda mas tiempo que una llanta sellomatic, por lo menos nosotros (no el dueño de la moto pinchada) llevabamos todo lo suficiente para este tipo de imprevistos.
Una vez terminamos allí, seguimos nuestra ruta, nos esperaba la Laguna de La Cocha, un hotel en la zona llamada la Pequeña Suiza, que prometía brindarnos el descanso que merecíamos para seguir nuestro retorno a casa.
En la Laguna de la Cocha se necesita mas tiempo para disfrutar todo lo que nos ofrece este cuerpo de agua, pero ya todos los que íbamos conocíamos este lugar, así que nos limitamos a comer y descansar en las cabañas con chimenea que conseguimos en un hotel muy recomendado, llamado Chalet Huarmez.
Al otro dia nos esperaban mas de 600 kms, en la ruta La Cocha – Pereira, pasando por el Bordo (Cauca) con su calor infernal donde obviamente paramos a tomar el famoso kumis del Patia; llegando a Pereira a eso de las ocho de la noche, muy satisfechos de haber conocido esta hermosa zona de Colombia la cual es inexplorada.
Este destino lo recomendamos sin duda alguna, como esos destinos llenos de magia, aventura y naturaleza, los cuales vale la pena conocer A2Ruedas.
Andres Felipe Arroyave J
A2Ruedas
Síguenos en Facebook y en Instagram
a2ruedasco 